La fiesta de Tanabata en Japón 七夕
El festival imprescindible del verano en Japón: el Festival de las Estrellas de Tanabata
Alrededor del 7 de julio o del 7 de agosto, según la región, los japoneses celebran la Fiesta de las Estrellas, el matsuri Tanabata, nacido de la fusión de leyendas japonesas y chinas. En esta época, Japón se ilumina con decoraciones coloridas que traen esperanza.
La versión japonesa de Tanabata
Se dice que en el antiguo Japón, entre el 7 y el 15 de julio (fecha del antiguo calendario lunar, que corresponde a principios de agosto en el calendario gregoriano, vigente en Japón desde 1872), las jóvenes de la aldea se retiraban cerca de un río para tejer ropa para las almas de los difuntos el 15 de julio durante los festejos del periodo del Obon. Para ayudar a las almas a encontrar su camino, las jóvenes campesinas, llamadas Tanabata-tsume ("chicas tejedoras", tanabata aquí es un instrumento para tejer, se escribe con ideogramas diferentes a los de la fiesta de Tanabata), colgaban la ropa que habían tejido en ramas de bambú.
Otra leyenda habla de una sola tejedora, también llamada Tanabata-tsume, que ofrecía los brocados que había tejido a los espíritus del río durante su visita anual en la época de la fiesta de los muertos, en la séptima noche del séptimo mes.
La leyenda china del ganadero y de la tejedora
Además de estas versiones japonesas, existía la leyenda del ganadero y la tejedora, de origen chino, de la que Japón importó (probablemente en la época de Nara, 710-794) dos versiones ligeramente diferentes, ambas vinculadas a las estrellas Vega y Altair.
Según una de las versiones, la séptima hija del Dios del Cielo (Tentei), se llamaba Orihime "la princesa tejedora" (que en la leyenda representa a la estrella Vega), porque pasaba sus días tejiendo hermosos brocados. Un día, ésta decidió visitar la Tierra, donde conoció a Hikoboshi (Altair, "la estrella del ganadero"), de quien se enamoró. Se casaron y tuvieron dos hijos. Esto enfadó al Dios del Cielo, que entonces envió a un genio a buscar a su hija y traerla de nuevo al Cielo. Hikoboshi corrió tras ella, pero la madre de Orihime hizo aparecer un río, la Vía Láctea, y el ganadero quedío separado de su esposa. Desde ese día, los dos amantes no dejaron de llorar, cada uno a una orilla del río. El Dios del Cielo, conmovido, les permitió reunirse una vez al año, en la séptima noche del séptimo mes lunar. La leyenda cuenta que esa noche las urracas construyen un puente sobre el "río del cielo" para que los dos esposos pueda reunirse.
En la segunda versión, fue el Dios del Cielo quien presentó a Hikoboshi, que vivía al otro lado del "río del cielo", a su hija Orihime. Pero los dos jóvenes se querían tanto que descuidaron sus respectivas tareas. Orihime dejó de tejer y Hikoboshi abandonó su rebaño. Irritado, el Dios del Cielo decidió que los dos amantes sólo podrían encontrarse una vez al año, en la séptima noche del séptimo mes.
En ambas versiones, se dice que si esa noche llueve, los dos amantes no podrán reunirse y tendrán que esperar hasta el año siguiente.
Las leyendas de Tanabata se han convertido hoy en un festival que se celebra en todo Japón: Tanabata Matsuri
En el periodo Heian (794-1185), las jóvenes que querían tejer o coser comenzaron a rezar a la estrella Vega el séptimo día del séptimo mes lunar. En un altar, colocaban ofrendas y cinco agujas en las que se enhebraban hilos de seda de los colores de los cinco elementos de la cosmología china: blanco para el metal, rojo para el fuego, amarillo para la tierra, verde o azul para la madera y negro para el agua.
Poco a poco, esta costumbre fue adoptada por todas las jóvenes que comenzaron a pedir deseos para encontrar a su alma gemela. Desde el periodo Edo (1603-1868), todos japoneses, mujeres y hombres, niños y adultos, piden un deseo en la noche de Tanabata, ya que se cree que los dos enamorados concederán los deseos que se pidan ese día.
Tanabata (七夕) significa literalmente "7 veladas" y se celebra la séptima noche del séptimo mes, que varía según se siga el calendario gregoriano o el lunar: 7 de julio o 7 de agosto. En esta noche, muchos japoneses miran al cielo para intentar ver las estrellas Vega y Altair acercándose a la Vía Láctea.
El festival Tanabata hoy
La Fiesta de las Estrellas de hoy se distingue por sus decoraciones hechas con ramas de bambú (que recuerdan el papel de las varas de bambú, referencias en la antigua tradición japonesa) en las que los japoneses colocan tanzaku, pequeñas tarjetas alargadas de cartón o papel de colores en las que escriben un deseo. De este modo, esperan que las dos estrellas cumplan sus deseos. Estas ramas de colores pueden verse en casas o jardines, viveros y escuelas, santuarios sintoístas, pero también en algunos vestíbulos de estaciones y supermercados.
Tradicionalmente, el día después de Tanabata se quemaban ramas de bambú o se arrojaban al agua para hacer realidad los deseos. Hoy en día, debido a la preocupación por la ecología, esta costumbre apenas se sigue, o está incluso prohibida por algunos ayuntamientos. Las ramas y sus deseos acaban en la basura.
Es costumbre colgar farolillos en bambúes en todas las calles (de nuevo, esto hace referencia a los marcadores que se instalaban para el Obon, la fiesta de los muertos). El yukata, un kimono ligero de algodón, se lleva cuando se pasea por las calles y los patios de los santuarios.
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¿Dónde ver el festival de Tanabata?
El Tanabata no es un festival, sino un despliegue de decoraciones en lugares privados y públicos, y en santuarios sintoístas. En la noche del Tanabata, acude a un santuario donde se ponen a disposición del público tanzaku y ramas de bambú para escribir y colgar sus deseos. Se puede ver a la gente escribiendo sus deseos, normalmente con una hermosa caligrafía. Además, durante esta fiesta se reza para que las jóvenes mejoren su destreza en la caligrafía y la artesanía, recordando los deseos de las antiguas futuras tejedoras.
En algunas ciudades, barrios enteros se decoran con enormes ramas multicolores (pero la mayoría de las veces, los tanzaku de papel se sustituyen por tiras de plástico de colores) y el festival incluye espectáculos de danza, conciertos y otros actos festivos, sin olvidar los Yatai, donde se vende comida y bebida.
Los festivales Tanabata que hay que ver
- No muy lejos de Tokio, la ciudad de Hiratsuka es famosa por sus decoraciones y el matsuri de Tanabata atrae a miles de visitantes cada año.
El festival Tanabata en Sendai
Tanabata en Kioto