¿Qué es una geisha? 芸者
Mujeres de arte
La palabra geisha, literalmente significa "persona que practica las artes". Ellas están encargadas de practicar y mantener la cultura japonesa. Explora con nosotros este mundo misterioso que nació en Kyoto.
¿Cuál es el papel de una geisha?
La profesión de geisha fue reconocida oficialmente en la segunda mitad del siglo XVIII. Las geishas son mujeres que dedican su vida a las artes tradicionales japonesas y usan sus talentos para entretener clientes durante banquetes y espectáculos.
Las geishas se destacan por el dominio de varios tipos de arte que son generalmente las danzas tradicionales (incluyendo la del abanico), el canto, la literatura, la poesía, arreglos florales y el tocar instrumentos tradicionales. Además de entretener a través de las artes, las geishas también son expertas en el arte de la conversación y debe tener una gran cultura general.
Por mucho tiempo las geishas han encarnado la epítome del refinamiento y son las custodias de la cultura y las tradiciones japonesas. Hoy en día todavía son muy respetadas y sus fieles clientes siguen gastando cantidades astronómicas de dinero para disfrutar de su compañía, por lo general en las ochaya, las casas de té. Los clientes son en su mayoría hombres de negocios, políticos o individuos ricos. Tradicionalmente, no todos los clientes ricos podían obtener los servicios de las geishas. En ese entonces era necesario venir con una recomendación o ser referidos por un cliente existente. Hoy día todavía es un poco así, aunque algunas geishas han decidido mostrar parte de su arte a los turistas, a través de ceremonias del té y algunos espectáculos.
El costo de los servicios de una geisha se calcula según el tiempo que pases con ella. Además hay que pagar por las comidas y bebidas consumidas durante la reunión.
¿Sabías que...?
Originalmente la profesión de geisha podría ser practicada tanto por hombres como por mujeres.
Geisha, una profesión con muchas reglas
El mundo de las geishas tiene reglas muy estrictas:
- El maquillaje
Las aprendices de geisha, llamadas maiko en Kyoto, a menudo usan un maquillaje muy pronunciado. Sus caras están cubiertas con una capa espesa de color blanco y llevan lápiz labial rojo. También usan negro alrededor de los ojos y en las cejas.
Con la edad, las geishas confirmadas, las geikos, no tienen la misma obligación de usar maquillaje. Después de los 30 años de edad una geisha puede usar maquillaje sólo para ocasiones especiales y darle espacio a su belleza natural.
- Ropa
Las geishas visten exclusivamente kimonos de seda que se cierran con un ancho cinturón que se anuda por la espalda, el obi. La forma del nudo depende de la edad de la geisha; las maiko usan un nudo con cola, mientras que las geisha más experimentadas usan un nudo más corto. Los colores brillantes y diseños son por lo general para las jóvenes. El conjunto se completa con calcetines blancos (tabi) y sandalias de madera.
Ponerse un kimono es trabajoso y las telas son bien pesadas, por eso es que a menudo las geishas tiene un asistente que las ayuda a vestirse. Por cierto que este es el único hombre al que se le permite entrar en la okiya, la casa donde viven las geishas.
Los kimonos son tradicionalmente hechos a mano y pueden llegar a costar varios miles de euros.
- El peinado
Las geisha llevan unos moños muy sofisticados sujetados con peinetas tradicionales. El cabello debe mantenerse perfecto durante varios días y ellas tienen que dormir reposando el cuello en un objeto especial para que su cabeza no toque la superficie.
- El comportamiento de una geisha
Las geisha se distinguen por sus modales. Su obligación de ser refinadas en todo momento les impide hacer cosas como comer en restaurantes de comida rápida, ir de compras en supermercados regulares o incluso usar bolsas plásticas.
La formación de las geishas
Llegar a ser una geisha requiere trabajo duro y dedicación.
- De la infancia hasta la edad adulta
En el pasado, las mujeres que manejaban las casas de geishas solían comprar jóvenes menores de 10 años de familias pobres del campo. Llamadas Okaasan (madre), ellas se hacían cargo de educarlas hasta la edad adulta.
Durante los primeros años de su formación las chicas hacían las labores del hogar en la okiya y ayudaban a la geisha en sus tareas diarias; un trabajo pesado y difícil que requería mucha docilidad.
Luego las chicas comenzaban su entrenamiento intensivo en las artes. Durante el aprendizaje muchas se especializaban en un arte en particular. En general, la danza era considerada la más noble. A medida que ellas iban mejorando en las artes, las aprendices empezaban a acompañar a las geishas a sus citas. Las dos geishas estaban unidas por una hermandad, la mayor transmitía sus conocimientos a la más joven y, poco a poco, la iba introduciendo al círculo cerrado de las geishas. Para tener éxito, la novata debía llamar la atención para poder ganar su base de clientes.
Una vez listas, ya se volvían geishas profesionales y podían organizar sus propias citas. Esta iniciación estaba marcada con una ceremonia de cambio de cuello, llamada erikae. El cuello rojo de las aprendices le da paso al cuello blanco, reservado para las geishas confirmadas.
Esta formación de las geishas se ha mantenido prácticamente igual hasta hoy día, aunque es probable que sea más corta. Además, por supuesto, ahora se entra en esta profesión de manera voluntaria y la edad promedio para empezar el aprendizaje es de 17 ó 18 años de edad.
- El reembolso de la formación
Las geikos tenían que pagar los altos costos de formación acumulados a lo largo de los años trabajando para la okiya. Por lo tanto, todo lo que podían ganar, no era para ellas (todavía el caso hoy en día).
Una vez pagada la deuda, ellas pueden seguir trabajando para la okiya o establecerse por su propia cuenta. Pero ser una geisha es un negocio caro, no sólo por los costos de la ropa, el pelo y el maquillaje, sino también el pago de la comisión para la okiya que sirve como intermediario.
Algunas corrían con suerte y encontraban un cliente rico que les traía cierta estabilidad financiera, el danna.
La asociación con la prostitución
La profesión de geisha todavía se asocia con la prostitución, sobre todo en occidente. Las geishas no venden, ni nunca vendieron, favores sexuales a sus clientes.
Estos son los factores que han llevado a esta falsa asociación.
- Durante la era Edo, las geisha se confundían con las cortesanas de alto rango, quienes se destacaban en la danza y el canto. Algunas similitudes en su forma de vestir y el maquillaje han contribuido a esta confusión. La actividad de las geishas se regula desde 1779 y no tienen el derecho a ejercer la prostitución;
- A lo largo de la historia ellas han entretenido a sus clientes en los mismos barrios donde están las prostitutas. Las dos profesiones a menudo se cruzaban en los banquetes.
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchas geishas fueron enviadas a las fábricas para participar en el esfuerzo de guerra. Las prostitutas se inspiraron en el estilo geisha y sus costumbre refinadas para ganar el favor de los soldados estadounidenses. Los soldados, adeptos a lo que llamaban las geishas girls, ayudaron a propagar esta idea. Algunas geishas que tomaron el camino de la prostitución durante la guerra también ayudaron a la confusión.
El cine y la literatura ha contribuido a reforzar una serie de clichés. La película, Memorias de una Geisha es a menudo citada como un (mal) ejemplo.
En el siglo XVIII había miles de geishas. Desafortunadamente, hoy en día hay menos de 200 chicas en la disciplina. La dificultad del entrenamiento, la obligación de sacrificar su juventud, la imposibilidad de comenzar una familia o casarse (a menos que deje la profesión) y la falta de privacidad, se encuentran entre algunos de los elementos disuasivos.
Es posible ver geishas en Tokio y Kyoto, el lugar de donde se originaron las geishas. En Gion, Pontocho, Miyagawachô, Kamishichiken o Shimabara, a veces se pueden verlas caminando por las calles, cuando van entre cita y cita.