El Zen en Japón 禅の恩恵
Zen, calma
El budismo zen es conocido en todo el mundo por algunas de sus prácticas de relajación. ¡El nombre propio se ha convertido incluso en un adjetivo en francés habitual, sinónimo de "calma"! El zen es, pues, una buena solución para revitalizar cuerpos y mentes cansados de la vida moderna.
Meditación
El budismo zen es conocido por su práctica de meditación. El más conocido es zazen, que literalmente se traduce como "meditación sentada" . El practicante puede adoptar varias posiciones (en loto, en traje, etc.) y meditar durante 30 a 50 minutos , con un ritmo de respiración regular caracterizado por una exhalación larga. Durante la meditación, las ideas e imágenes deben pasar por el cerebro sin ser analizadas ni detenerlas. Generalmente practicada en un dojo o incluso en un zendō, "sala de meditación" , la meditación también se puede hacer en casa, frente a una pared. Estudios médicos japoneses realizados durante la década de 1960 muestran que la práctica permite alcanzar un verdadero estado de bienestar y serenidad.
Ir a un templo zen
Los templos zen, donde muchos practican la meditación, son también el lugar ideal para recargar las pilas. De hecho, construidos para la meditación, generalmente se ubican en lugares que permiten una mayor soledad frente al ritmo acelerado de la vida moderna. En estos pequeños jardines zen , islas de musgo crecen entre arenas, rocas y gravas. Deliberadamente abstractos y ordenados, estos jardines lo invitan a despejar la mente y encontrar la serenidad al abandonar, aunque solo sea temporalmente, las molestias de la vida cotidiana.
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Adopta la estética zen
Zen no es solo una práctica, sino que también puede ser una forma de vida que marca nuestros días. Derivado del budismo zen, el concepto de "wabi-sabi" ( "wabi" que significa "sencillez rústica y orgullosa" y "sabi" "belleza que viene con la edad") invita a observar el mundo con sencillez, a aceptarlo y amarlo. eso El wabi nos pone frente al pudor frente a los grandes fenómenos naturales mientras que el sabi nos hace apreciar los objetos simples, imperfectos y perecederos. Es esta estética la que encontramos en el arte tradicional (bonsái) o en la artesanía (cerámica).