Dazaifu Tenman-gu 太宰府天満宮
<span>El santuario del poeta</span>
Situada a 30 minutos de Fukuoka, la pequeña ciudad de Dazaifu es famosa por su santuario que está dedicado a la figura divina de la literatura y la investigación: el poeta Tenjin.
De los muchos santuarios japoneses dedicados al estudioso Sugawara no Michizane (conocido por su nombre divino Tenjin) el Tenman-gu en Dazaifu tiene un significado especial pues es aquí donde yace el famoso poeta.
Bajo la protección de Michizane
Antes de entrar al centro del santuario, uno atraviesa el estanque Shinji-ike por el puente Taikobashi, que está dividido en tres partes que simbolizan respectivamente el pasado, el presente y el futuro...
... Pero antes de llegar en el espacio más sagrado está el honden, el pabellón principal de todo santuario sintoísta. Construido en 905, el hoden de Dazaifu fue transformado a finales del siglo XVI usando el extravagante estilo Momoyama (dorado y bermellón).
No sería una sorpresa si uno se topa con estudiantes japoneses preocupados por los exámenes que se avecinan; ellos vienen a rezar y a pedir ayuda con las calificaciones, y escriben sus deseos en los ema (placas de madera que traen buena suerte) del santuario.
Tesoros y ciruelos
En el interior del santuario está el Museo Dazaifu Tenman-gu (1928) con una gran colección de arte. Muchas de las piezas aquí son importantes tesoros nacionales u objetos culturales de diferentes épocas, tales como las espadas Tachi (de cuchillo curvado como lo usaban los guerreros a caballo), pintadas al estilo de la era Muromachi...
Pero fueron los ciruelos los que le dieron la fama a Tenman-gu de Dazaifu. En otros tiempos, las flores de estos árboles fueron tan admiradas como se admiran hoy los cerezos. Hay unos 6.000 ciruelos plantados en los campos del santuario, y frente al honden se yergue el Tobiume, o el "ciruelo volador". Cuenta la leyenda que Michizane, exiliado por el clan Fujiwara en Dazaifu, no había sido capaz de irse sin su ciruelo favorito. Fue así que el Tobiume fue llevado por los aires de Kyoto a Dazaifu, para acompañar al poeta en su desgracia.