El vecindario Shirakawa
Gion sin multitudes
Aunque está muy cerca de la concurrida calle Hanamikoji dori en el corazón de Gion en Kyoto, el barrio de Shirakawa es un verdadero remanso de paz. Disfruta de un paseo a lo largo del canal y admira sus antiguos sauces, cerezos y sus casas tradicionales.
El barrio Shirakawa, ubicado al norte de Gion, se concentra a lo largo de un pequeño canal de Shirakawa, está atravesado por puentes pintorescos y bordeado de sauces y cerezos. En primavera, el rosa pálido de las flores de cerezo y los verdes sauces forman un agradable contraste. A ambos lados del canal las calles empedradas con sus casas tradicionales de madera (llamadas machiya) y casas de té (llamadas ochaya), hacen que los visitantes viajen al pasado. De vez en cuando el sonido de los geta (sandalias de madera) de las geishas y maiko (aprendiz de geisha) caminando por las calles empedradas lo despierta a uno del ensueño.
Un paseo fotogénico
Hacia el sur está el puente Tatsumi-bashi sobre el canal Shirakawa (que significa "río blanco" en japonés y es llamado así porque se compone de arena y granito) que atrae a muchos turistas, por ejemplo a los recién casados, que vienen a tomarse fotos en este pintoresco lugar. El puente y sus alrededores se han vuelto aún más famosos gracias a la novela "Memorias de una geisha" de Arthur Golden y su adaptación al cine. Aunque en realidad las escenas de Gion en la película fueron filmadas cerca de Los Ángeles.
En la intersección de las calles Gion-Shinbashi y Shirakawa-Minami se encuentra el pequeño santuario Tatsumi-Daimyojin. Este está dedicado a la diosa Benzaiten, una diosa de las artes, la elocuencia, y el agua. Las maiko vienen a orar aquí buscando ayuda para perfeccionar sus habilidades artísticas.
Al igual que el resto de Gion, Shirakawa fue y sigue siendo un área dedicada al entretenimiento. Mientras más uno suba el canal hacia el norte, las casas se van poniendo más opulentas y los restaurantes y bares más caros. A pesar de que esta área está reservada a los clientes habituales, el visitante ocasional también puede disfrutar simplemente admirando la escena, sobre todo de noche cuando las calles están iluminadas por faroles que le dan un ambiente mágico.