El Santuario de Futarasan 二荒山神社
Montaña sagrada
Futarasan no es el templo más impresionante de Nikko, pero es la fuente de su importancia religiosa. Futarasan, un lugar donde las religiones de Japón se encuentran ...
El origen del Futarasan Jinja tiene que ver con el monje budista Shodo Shonin. Durante el siglo VIII el monje exploró la zona de Nikko y fundó el templo de Rinno-ji y el santuario Futarasan. Desde este entonces el puente de Shinkyo es considerado el puente sagrado que marca la entrada a Nikko.
El corazón de un antiguo culto
Hoy día Futarasan está un tanto eclipsada por la magnificencia de los mausoleos dedicados a dos Shoguns: el santuario Toshogu de Ieyasu y el Taiyuin de Iemitsu. Sin embargo, Futarasan está es el corazón religioso de Nikko. Es en este santuario donde las deidades de las montañas circundantes son adorados, principalmente las del Monte Nantai. El nombre del santuario ("dos montañas rugosas") se refiere a él.
A pesar de que está asociado con el templo budista Rinnoji, el santuario Futarasan conserva una antigua práctica sintoísta: el culto a las montañas. Las montañas, espíritus guardianes aterradores y proveedores de vida gracias a los ríos que fluyen en sus inmediaciones, han sido adoradas en las islas desde el neolítico y han permanecido como importantes deidades, como por ejemplo el Monte Fuji. Cuando el budismo llegó al área en el siglo VIII integró de manera natural los cultos ancestrales.
Un santuario en el corazón de un amplio conjunto
Es la montaña detrás del templo que es el corazón del santuario, más los edificios que le siguen, son utilizados para los rituales y para albergar a los mikoshi (altares portátiles para los desfiles de las fiestas). El santuario está construido con en el mismo estilo lujoso de los mausoleos vecinos y su entrada está marcada por un majestuoso torii (puerta sagrada) de bronce que lleva a Toshogu.
El resto del templo está marcado por las cryptomerias (cedros japoneses) que forman majestuosas columnas que semejan torii creados por la naturaleza. Los más valientes pueden tratar de llegar a los altares perdidos en las laderas del Monte Nantai, muy por detrás del santuario principal.
Las fiestas religiosas de todos los meses son alrededor del Futarasan jinja. Muchos de estos festivales no son tan conocidos como el famoso Yayoi Matsuri en abril. Durante este festival, las carrozas hacen procesiones con los altares consagrados a los dioses de las montañas y las comunidades circundantes, como una señal de respeto a la deidad principal, el Monte Nantai. Todavía hoy en día el dios que reside en este monte sigue siendo objeto de adoración popular.