Tobita Shinchi
El barrio rojo de Osaka
Tobita Shinchi, el barrio rojo de Osaka, surgió a principios de 1900 y se convirtió en la zona de placer más grande del oeste de Japón, a pesar de la prohibición de la prostitución. Es un lugar sórdido pero auténtico. Visitarlo es viajar al pasado.
Aunque la prostitución está oficialmente prohibida en Japón desde 1958, no hay dudas de que en este distrito rojo se practican ciertas actividades.
Los viejos burdeles, uno al lado del otro, pueden haberse convertido oficialmente en «restaurantes japoneses» (ryoutei 料 亭), y las damas ahora son «camareras», pero en realidad muchas de las empresas hacen poco esfuerzo para esconder lo que realmente ofrecen.
En muchas de las plantas bajas se puede ver una «vitrina» que exhibe una prostituta vestida de manera sexy o con algún disfraz (a menudo colegiala o enfermera). Delante de ella está una mujer mayor que invita a los transeúntes.
Bienvenidos al siglo pasado
Tobita Shinchi está ubicado en uno de los barrios más pobres del sur de Osaka entre viviendas sociales, un puente de carretera y una calle comercial en ruinas. Sin duda es una zona sórdida ...
Pero a pesar de su lado turbio y deprimente, vale la pena visitar el barrio. El ambiente es muy especial y es como un viaje al pasado.
Esta zona se ha salvado de la especulación inmobiliaria y todavía tiene la atmósfera de la era Taisho (1912-1925) con edificios que han sobrevivido desde entonces. Aunque la mayoría de ellos se está desmoronando, todavía hay construcciones de madera con viejos carteles o antiguos faroles que iluminan los frentes.
La municipalidad finalmente sintió interés en esta arquitectura del siglo pasado y en el año 2000 el edificio Taiyoshi-Hyaku Ban (鯛 よ し 百 番) fue declarado propiedad cultural. Construido en 1918 para albergar un burdel y luego convertido en un restaurante en 1970, las veintiuna habitaciones de este establecimiento están todavía casi en su forma original.
Aquí no esperes ver la legendaria simplicidad de la arquitectura y decoración japonesas. Lo que verás son imitaciones de templos, puentes, muelles, esculturas, murales exuberantes ... en fin, una decoración recargada que no es lo que usualmente se ve en este país.
Tobita Shinchi, sórdido pero auténtico, ni tradicional ni de alta tecnología, lejos de las zonas turísticas, ofrece una versión muy diferente, pero no menos real, de Japón.