Dagashi, golosinas japonesas 駄菓子
Recuerdos de la era Showa
El ramune no es el único producto que evoca la infancia y el verano para los japoneses. Los dagashi también son parte de la cultura y los gustos japoneses.
Nostalgia de la infancia
Originalmente, los dagashis eran los dulces, galletas y bebidas que se vendían en tiendas durante la posguerra. Estas golosinas eran a menudo los únicos dulces que estaban disponibles para la mayoría de la población. Tanto niños como adultos corrían a las tiendas a comprar algunos dulces, con tan sólo una moneda de 10 yenes. Las tiendas de dagashi, llamadas dagashiya, eran el lugar de encuentro después de la escuela. Muchos japoneses que están ahora en sus cincuenta recuerdan con cariño esa época de sus vidas.
Moda vintage
Hoy en día, la mayoría de los dagashiya ya han desaparecido, pero ahora hay una especie de renacimiento, impulsado por una ola de nostalgia retro. Los grandes almacenes están abriendo sus propias cadenas de dagashi y las pocas tiendas originales que han sobrevivido también están experimentando un renacer, aprovechando su imagen retro y recreando la atmósfera de las tiendas de la era Showa.
Dagashi para todos los gustos
Existen cientos de tipos de dagashi y todos son muy diversas. Las ofertas van desde ramune con sabor a limonada hasta golosinas menos conocidas. Entre los dagashi más populares están los Big Katsu, rodajas de calamares fritos crujientes y secos, y el Morocco Yogul, una especie de yogur dulce que en realidad no tiene nada que ver con Marruecos. También están los kinakobon (dulces de harina de soja), los umaibou (galletitas de maíz inflado), los mizuame (caramelos duros), los cigarrillos de chocolate, algodón de azúcar en bolsa, mermelada de ciruela y muchísimos otros más.
Lo que todos estos dagashis tienen en común son sus precios ridículamente bajos y sus fuertes sabores que los niños adoran. Las tiendas dagashiya ahora están generalmente equipadas con consolas de juegos para retener a la nueva clientela juvenil.
También puedes encontrar dagashis en los supermercados y en los konbini, pero lo ideal es encontrar una tienda auténtica, como la Edoya en la isla de Odaiba o la Kamikawaguchiya, la dagashiya más antigua de Japón (desde 1781).
Comprar en una tienda de estas no te va a costar mucho, excepto tal vez unas pocas caries.