El valle de Korankei 香嵐渓
Arces y ginkgo bilobas
Nagoya, la tercera ciudad más grande de Japón, tiene la imagen de una ciudad industrial y sin encanto. Pero a sólo unos pocos kilómetros se encuentran los impresionantes cañones de Korankei.
En el siglo XVII un monje del templo de Kojakuji decidió plantar un arce en el aislado valle donde se encontraba su templo. Poco después, muchos peregrinos y lugareños hicieron lo mismo, plantando y cuidado los arces de Korankei.
El resultado es que hoy el valle de Korankei se ha convertido en el mejor lugar en el centro de Japón para admirar el follaje de otoño, conocido como el koyo.
Naturaleza cerca de Nagoya
Los cañones de Korankei que bordean el río Tomoe son poco profundos y forman una S en todo el terreno del Monte Limori (254 metros de altura). A este se puede acceder desde varios senderos que son bastante arduos.
El lecho del río está bordeado por una zona de piedras de fácil acceso donde los visitantes se relajan durante el verano. La gente también viene de lejos para tomarse una foto en el puente Taigetsukyo, o rezar en el templo Kojakuji escondido entre los arces..
El koyo en Korankei
El otoño es sin dudas la mejor época para visitar el valle de Korankei (entre finales de octubre y finales de noviembre). En esta época del año las orillas del río se cubren con los colores de los arces y los árboles de gingko biloba. El efecto es impresionante, con una amplia gama de diferentes tonos de rojos, verdes y dorados.
Las carreteras se convierten en pasillos color escarlata. Esta belleza se puede apreciar hasta horas de la noches gracias a las luces que se instalan para la temporada. Además se puede disfrutar de los yatai (puestos de comida), conciertos y espectáculos organizados en este entorno idílico.
Ecomuseo
En el corazón del valle también se encuentra el Sanshu Asuke Yashiki, un pequeño museo que reproduce la imagen de un pueblo de campo adentro del período Edo, incluyendo sus casas de paja. Además de visitar, aquí también puedes participar en el trabajo de los artesanos que mantienen la producción artesanal de papel japonés y de cestas de bambú.