El templo Jomyo-in 浄名院
El Jomyo-in de Tokio tiene más de ocheita y cuatro mil estatuillas de Jizo, el dios de los peregrinos y de los niños.
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El campo de ídolos
Escondido entre el cementerio de Yanaka y el templo Kaneiji en el parque de Ueno, el Jomyo-in causa intriga con sus miles de estatuas de piedra.
Dedicado a Jizo, dios de los peregrinos y de los niños, se dice que el Jomyo-in tiene más de 84.000 ídolos con su imagen. Estas estatuillas difieren de las habituales que lo representan con baberos rojos o blancos que protegen a los niños. Aquí las estatuas están en un trono con un marco de piedra y lineadas en múltiples filas en el jardín del templo. La costumbre es recoger los pedazos de roca que se han roto y colocarlos al lado de la estatua más cercana.
Antes de convertirse en un templo propiamente dicho el Jomyo-in fue la residencia de uno de los sacerdotes del templo Kaneiji y, hoy en día, todavía se encuentra a su sombra. El 6 de octubre aquí se celebra la hechima, un tipo de calabaza originaria de Okinawa de la cual se dice que cura enfermedades respiratorias.
